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Corporate siteImagine a 120 niños en una zona de juego de un centro comercial con una enorme televisión, divertidos libros para colorear, globos de helio, helado y un montón de divertidos regalos. Así fue el taller de formación de 2 días sobre seguridad para los niños organizado por KONE y los grandes almacenes Karstadt en Hanover, Alemania.
Karstadt es uno de los principales grandes almacenes de Hanover, con 22 escaleras mecánicas y cuatro ascensores que se utilizan por unos 2000 clientes al día. Para fomentar la seguridad de los clientes, los socios planearon un evento de formación para niños de primaria y escuelas infantiles.
“Todos hemos visto a los niños jugar en las escaleras mecánicas, caminando en la dirección incorrecta, sentándose o jugando en los peldaños”, comenta Nicole Köster, Directora de marketing y comunicaciones de KONE Alemania. “Otras personas que también pueden encontrarse en una situación de riesgo son los ancianos con andadores y las personas que lleven faldas largas, o que no se sujeten al pasamanos. Vemos estos comportamientos inseguros todos los días y, como fabricantes, debemos trabajar con nuestros clientes para reducir al mínimo los riesgos”, comenta.
“Dado que la mayoría de los ascensores, escaleras mecánicas y puertas de KONE se encuentran en zonas públicas, la seguridad del cliente es de la máxima importancia para nosotros”, añade.
FORMANDO LAS MENTES DE LOS JÓVENES
“Utilizamos los ascensores y escaleras mecánicas existentes y celebramos sesiones de formación de 30 minutos para grupos de 10 niños cada vez”, comenta Jana Bauer, Directora de marketing de Karstadt Hanover. Lo que es más importante, a cada participante que completó la formación en seguridad se le entregó un "carné de conducir de ascensores y escaleras mecánicas" emitido por KONE y Karstadt.
“Los niños aprenden mejor mediante el juego y experimentando sobre lo que funciona y lo que no”, añade Bauer. “Si bien hemos puesto señales que indican el uso correcto de los ascensores y escaleras mecánicas, lo mejor son los talleres que permiten que los niños aprendan de forma práctica”, indica.
Nicole Köster comenta la conversación entre una niña, que acababa de completar la formación, y su abuela en una escalera mecánica. “La niña tendría unos cuatros y la escuchamos regañando a su abuela, diciéndole: "¡Abuela, tienes que sujetarte a la barandilla cuando vayas en las escaleras mecánicas!". Esto demuestra que había escuchado y que de verdad aprendió algo,” comenta Köster.
Karstadt y KONE recibieron comentarios positivos del director de una escuela infantil local, que expresó su interés en organizar jornadas de formación simulares para sus grupos de niños.