Mi vida Mi montaña rusa

“Desperté, me asusté ”, admite Jorge, recordando ese día de 2016. Había salido de mi trabajo como todos los días y me dirigía a mi casa donde me esperaba mi familia, era un día caluroso y decidí coger mi moto, mientras circulaba por una de las avenidas principales de mi ciudad un coche se saltó un semáforo en rojo y me llevó por delante, me quede parapléjico.
Desde ese momento vi como mi vida cotidiana pegó un giro de 360º, cosas tan sencillas como bajar de la bohardilla al salón dejaba de ser algo rutinario y sin apenas pensar a ser algo imposible de hacer por mí mismo. El miedo y la incertidumbre se apoderaron de mí, mi casa es una vivienda unifamiliar en un barrio residencial de 3 alturas y comenzó a ser una cárcel para mí y comencé a ver mi vida como una montaña rusa.
Pero gracias a un gran amigo mío que trabaja en una empresa de ascensores comencé a ver la luz al final del túnel y pude comprobar como mi hogar podía ser accesible para mí como lo era antes del accidente, concluye Jorge.